domingo, 10 de noviembre de 2019

Efectivo Ahora: Fintech como herramienta de inclusión financiera


Durante los últimos años se ha escuchado a directivos de entidades financieras tradicionales protestar contra la emergencia de las fintech, o emprendimientos financieros online, porque éstos, de alguna manera les estaban quitando parte del negocio. La realidad es que la emergencia de las “fintech” por un lado viene a dar respuesta a las nuevas generaciones de clientes -como la generación millennial, que nacieron entre comienzos de la década de 1980 y mediados de la de 1990-, que desean operar con organizaciones más “ágiles” en términos operativos, que tengan menos requisitos burocráticos y que sean más flexibles para trabajar, priorizando los caminos online y la resolución de las operaciones vía Web. Esto de por sí implica incluir a las nuevas generaciones de nacidos bajo la estela de lo digital, que no pueden concebir la idea de ir a una sucursal bancaria para realizar un trámite. La gente joven no desea destinar ni un minuto de su tiempo a fútiles trámites presenciales, y está acostumbrada a operar cómodamente de modo online. Como las fintech tienen el mismo ADN que estas nuevas generaciones, porque son firmas nacidas en el universo digital, al calor de la Web y de la revolución mobile, es por cierto bastante natural que las fintech y los millennials comulguen de manera natural.

Pero esto no es lo único, ya que en realidad muchas fintech también vienen a llenar otro vacío, que es el de los sectores no bancarizados que en realidad no tendrían ningún problema en operar con los bancos, pero al no cumplir los requisitos en términos de garantías o de situación patrimonial no son sujetos de crédito. En este sentido, las fintech cumplen el importante rol de incorporar y dar oportunidades de financiación –y de resolución de múltiples trámites de índole financiera- a estos sectores que no pudieron responder a las importantes exigencias de los bancos para convertirse en cliente a nivel crediticio.

En Latinoamérica, se estima que hay cerca de 250 millones de individuos que no están bancarizados. Particularmente en Argentina solo el 50% de los individuos económicamente activos tiene cuenta bancaria; y a demás en el país se observa una muy importante demanda de préstamos insatisfecha. Muchas fintech apuntan a brindar atención a este voluminoso segmento, que estaba excluido o bien se encontraba subatendido por las entidades financieras convencionales.

La digitalización favorece que las personas puedan acceder rápidamente a productos financieros apropiados para su necesidad y perfil, dado que los costos operativos de las fintech son menores, y esto hace que puedan tener alcances superiores, y además permite cobrar menos por los servicios.

Las fintech configuran un nuevo modelo de entidad financiera, innovador y joven, ágil y más accesible en términos económicos, que convoca a los jóvenes, a los emprendedores y también a los sectores excluidos del sistema bancario convencional. Además, al manejarse mayoritariamente de manera online, las firmas fintech permiten no solamente incluir a personas que estaban marginadas por su condición socioeconómica, sino también a quienes viven en sitios distantes, evitando que necesiten viajar largas distancias para ir a efectuar una operación a la sucursal del pueblo más cercano.

En tanto empresas de tecnología enfocadas en las finanzas, las fintech también cooperan y prestan servicios a los bancos. De cara a los clientes no bancarizados ofrecen muy diversa clase de servicios financieros: no solamente transferencias y pagos, o préstamos, sino otros como créditos para empresas, asesoramiento en inversiones, operación con criptomonedas y servicios de seguridad informática. El desarrollo potencial de los pagos online a través de teléfonos inteligentes abre además todo un nuevo mundo de operatorias posibles para las fintech, que en este sentido pueden desarrollar en alianza con entidades financieras tradicionales.

Las fintech están configurando una tendencia imparable y vienen a transformar el modo en que se entienden los servicios financieros, empleando tecnología y ofreciendo servicios a sectores que los bancos habían hecho a un lado. Estas firmas innovadoras buscan calificar a sus clientes según otros parámetros; por ejemplo averiguando si son puntuales a la hora e abonar sus facturas de luz o gas. Esto les da mucha mayor flexibilidad y les permite incluir franjas mayores de población como sujetos de crédito, no ya en base a lo que la gente tiene, sino a cómo se comporta. Además estas firmas ponen sus servicios al alcance a través de apps móviles, permiten realizar pagos vía celular y no le piden a sus clientes que se acerquen a una sucursal física para efectuar ningún trámite.

Fuente: Efectivo Ahora

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